Permita, don Francisco Poveda, que empiece este Polígrafo ocupándome del blog que edita usted. Si me pregunta el motivo, diré que por haberlo encontrado en este blogspot bajo cuyo techo me he querido albergar. Por lo demás, su Murcia Confidencial, siendo tan poco confidencial, permite comprobar que el provincianismo siempre gusta de la indistinta acumulación.
Me explicaré: en su blog, usted no se comporta como periodista de verdad. Usted acumula entradas cuya fuente sólo en algunos casos indica, entradas que –según un examen rápido me ha permitido ver- responden a uno de tres criterios, o a varios de los tres: ser de contenido regional, tener un tufo indiferenciada y vagamente izquierdoso, o vocear asuntos de la más rancia derecha católico-clerical.
Fuera de ello, y dada la diversidad de temas y de tonos, no se define positivamente el carácter de su bitácora, ni tampoco se oye la voz de usted. Se ignora si su página tiene un criterio y si, en ella, usted tiene una voz. Sí se escucha a veces a personajillos que –buscados en ese moderno registro civil que es el buscador de Google, y en los terrenos de sus actividades profesionales o políticas- resultan deplorables ejemplos de rigor, y maestros en fracasar.
De todos modos, no le reprocho que no se escuche la voz de usted. Sí el que no se ocupe de confirmar lo que otros quieren proclamar por medio de usted. Recuerde lo que –según la cabecera de su blog- dice Cicerón: que la verdad se corrompe tanto con la mentira como con el silencio. Si admite una recomendación, podría usted procurar que su blog no lo hiciera por partida doble.
Le remito este enlace como comentario en cualquiera de las entradas de su blog. Por lo tanto, no debe entenderse como comentario de esa entrada, sino de la totalidad de su Murcia Confidencial.
